lunes, 3 de junio de 2013

¿Cómo habremos llegado hasta aquí? Artículo muy interesante y para pensar. Les dejo unos fragmentos y el link, por si lo quieren leer.

"Confieso que estoy cansado de criticar al kirchnerismo. Si recaigo una y otra vez es porque el Gobierno no deja de ofrecer motivos. A medida que los golpes de la realidad perforan el relato, esos motivos crecen en cantidad y en gravedad. Y uno es débil y reincide.
"...Tal vez sea hora de escuchar mi cansancio. Tal vez sea hora de dejar el kirchnerismo por un rato para hablar de nosotros. Tal vez sea hora de preguntarnos cómo hemos llegado hasta aquí.
"...El Gobierno es también creación nuestra, de toda la sociedad, incluso de aquellos que no lo votamos. Se ha repetido hasta el hartazgo que todo gobierno de algún modo refleja la sociedad de la que surge. Hoy el espejo del nuestro nos devuelve la imagen exacerbada de aquellos aspectos que como sociedad tendemos a negar.
"...todos somos parte... Como no lleguemos a reconocerlo, estaremos condenados a repetir el mismo destino una y otra vez. Al final quizá descubramos que el kirchnerismo, de alguna manera, nos guste o no, es parte nuestra. Y tal vez ése sea el principio del cambio..."
http://www.lanacion.com.ar/1580965-como-habremos-llegado-hasta-aqui

Señor Sinay: Me asombra la carencia de valores que veo alrededor. Me indigna y me hace sentir impotente. ¿Se pueden contagiar buenos ejemplos y generar un cambio? 
Germán Barrabia
Los buenos ejemplos mejoran la atmósfera en la que convivimos, ofrecen opciones, pero no operan mágicamente. El ser humano es un agente moral más allá de su voluntad. Esto significa que obra siempre sobre la base de valores, aunque no necesariamente respetándolos ni ennobleciéndolos. Es la única criatura que puede elegir cómo vivir, como señala en ¿Qué es bueno? Anthony Clifford Grayling, filósofo inglés, secretario de la Sociedad Aristotélica y miembro de la Real Academia de Literatura. La razón nos concede libertad ya que sólo quien razona elige, y la libertad no consiste en verse libre de obstáculos, sino en contar con la facultad (humana) de optar por un curso de acción o por una actitud ante cada situación que la vida nos presenta. Incluso cuando parece no haber opción, queda una elección: con qué actitud afrontar esa circunstancia. No hay escape de la libertad.
Si la sola razón nos llevara a actuar moralmente, habría un cierto determinismo que negaría la libertad. La ecuación es razón más libertad. La moral plantea la pregunta: ¿qué debo hacer? La ética, a su vez, despliega el interrogante: ¿qué elijo hacer? En ambos casos hay razonamiento y una elección libre. La ética de algunos va contra los valores morales. Eligen, por ejemplo, ignorar la corrupción general a cambio de que se les conceda su propia corruptela cotidiana. Cuando ese tipo de ética se instala en la sociedad, los valores son negociables y la moral es corroída. Como observa nuestro amigo Germán, el raciocinio y el nivel cultural o social no son antídotos contra este mal. Hay una elección libre e individual sobre la que más tarde o más temprano (a veces de maneras inesperadas, misteriosas o curiosas) habrá que responder. El cambio en este caso consiste en no cambiar y en empecinarse en actuar moralmente. Es un buen destino para la indignación..
http://www.lanacion.com.ar/1543227-dialogos-del-alma